lunes, 15 de noviembre de 2010

Flash fuera de la cámara

Hola de nuevo.
Hoy no vengo a hablarte de botones, aunque seguramente alguien tenga algún tipo de parafilia sobre el tema y guarde botones en un cajón de la cómoda, mientras sonríe entre sombras... y es de que luces y sombras va el tema.
Todos sabemos que la fotografía es captar luz, ahora bien, el como hagas uso de la misma, es otro cantar.
Por supuesto, lo más evidente es salir a la calle (levántate y dejar el monitor un rato anda) en un día primaveral, soleado, de cielo azul y nubes blancas esponjosas, pillar un polarizador y al brete.
Esta es la parte fácil, de hecho, donde vivo, suele hacer buen tiempo casi todo el año, aunque tiende a llover cuando llevo el coche a lavar, o me dejo el anorak dentro.
Bien, un día soleado, sol, la cámara... y empiezan las sorpresas.
Los fotógrafos que lleven tiempo en el gremio estarán sonriendo, o roncando a pata suelta sobre la mesa mientras leen esta entrada, pero me gusta tanto este tema, que no puedo evitar comentar algo al respecto.
Como dije antes, un día soleado maravilloso facilita mucho el trabajo, aunque es relativo: debes tener cuidado el ángulo de la luz según la posición del sol.
No es lo mismo sacar una foto almediodía, cuando cae perpendicular y de lleno sobre uno, a las primeras horas de la mañana o de la tarde, ¿verdad? La luz del atardecer, maravillosa... si no existiera, habría que inventarla.
Bueno, todo este batiburrillo viene como entradilla al tema de iluminación artificial, y concretamente, con flashes externos (está de moda llamarlo strobist).
Sí, como estarás pensando, querido lector, hay más recursos: usar un reflector (los hay de diferentes tamaños, colores, formas, etc...), buscar una hora concreta del día, ponerse bajo una farola, usar lámparas (un día probaré a jugar con iluminación de interiores sólo con lámparas), etc...
Por creatividad no sea, de hecho, alguna sesión he hecho con reflector y es impresionante como un artículo tan simple puede aportar tan buenos resultados.
Volvamos a los flashes externos.
Hace tiempo me compré uno por ebay, un flash Yongnuo yn-465 para Nikon, un flash muy cuco: funciona bien, tiene un número guía ajustado (22 aprox.) y con un precio sumamente tentador (40 euros aprox. puesto en casa).
Tiempo después, también me agencié una pareja de disparadores remotos: yongnuo rf-602.
Prometido: esta compañía no me paga por hablar bien de sus productos, es que me han funcionado.
Como quiera que sea, empecé a juguetear con el modo TTL, repudiado por algunos, socorrido para muchos, especialmente en escenas de acción, como el macro.
Huelga comentar que este modo no funciona con los disparadores remotos, o al menos, no es lo habitual. Hay modelos muy superiores, y cables de sincronización, pero se me salen de presupuesto de largo, y tampoco lo echo en falta, la verdad.
Si llevas poco tiempo en la fotografía como yo (apenas 2 años), y estás empezando con los flashes, se te abrirán las puertas a un mundo nuevo.
No te hablo de poder iluminar usando el flash para la típica foto de de marcha, o frente al espejo, sino controlar las condiciones de iluminación a tu antojo, y hacer efectos curiosos, o cuanto menos, curiosos...


¿A qué viene todo este rollo? Bueno, llueve, hace frío y hay que entretenerse con algo, ¿no?
En serio: este Domingo tuve la oportunidad de realizar una sesión fotográfica con Priscila Qvdo.
Desde aquí, agradecerle una vez más su colaboración, y la paciencia siguiendo las instrucciones, pruebas de iluminación, etc... aunque con un pero, o varios.
El día amaneció nublado, gris (¿recuerdas el día primaveral? Ja! gracias que no valé el coche), y atardeció muy pronto (sobre las 18 ya era casi de noche).
Unos cuantos puntos en contra, pero un reto interesante.
¿Solución? La primera y más evidente es montar el flash sobre la cámara y liarte a disparar.
¿Por qué no lo hice? Pues mira... me parecía aburrido.
Sí, el manual dice que no deben haber sombras, y la iluminación debe ser homogénea, pero a mi me gusta ir a mi aire y romper las reglas de vez en cuando, defectos que tiene uno...


Para bien o para mal, querido lector, personalmente me gusta jugar con las luces y sombras, especialmente estas últimas, para dar volumen y sugerir. No estoy en contra de otros esquemas de iluminación, al contrario: cada estilo tiene su momento, y hay ocasiones que ser demasiado creativo puede cargarse una buena imagen.
¿Qué hice en esta ocasión? Bueno, tenía un flash externo, disparadores, trípode, una modelo encantadora, y poca luz ambiente.
Como también me gusta ser discreto, y no abusar de los efectos dramáticos (recuerda... cada cosa tiene su lugar y momento), tiré de flash colocándolo a un lado de la sufrida modelo.
Vamos a los detalles: en la foto que ilustra este post, usé el flash a la izquierda de la sufrida modelo, aproximadamente a una potencia de 1/16 y uno-dos metros, no recuerdo exactamente.
Suficientemente lejos para difuminar (no tengo paraguas), pero suficientemente cerca para iluminar sin estridencias.


Fácil y resultón, ¿verdad?
Podría haber jugado más con las sombras si hubiera esperado algo más de tiempo, pero me hubiera contaminado la imagen la luz de las farolas (no tengo geles para compensar la luz del flash), y la gente caminando por el parque.
Fíjate de nuevo en la foto, fíjate de nuevo, ¿te has fijado? Pues vuelte a fijarte.
A primera vista, apenas se nota el uso del flash: los escalones iluminados, Priscila también... pero si miras de nuevo, o si tienes un ojo entrenado, habrás caído en varios detalles.
Lo admito: se podría haber trabajado mejor la iluminación en los escalones, pero sin paraguas ni otro flash, poco había que hacer, y tanto de lo mismo con las sombras de las piernas y pies sobre los escalones.
Realmente, no me desagrada el efecto.
Sin duda, matar las sombras en los escalones hubiera bordado la iluminación, pero otra vez será.
De momento, fíjate en los brazos y la cara: hay una ligera sombra, suficiente para destacar las facciones y realzar la pose y mirada.


Obviamente, hay más fotos de la sesión, pero traté de centrarme en ese esquema: luz lateral, e iluminar la melena, dado que era bastante oscura respecto al resto de la escena.
¿Otros esquemas a probar? Muchos, sin duda, todavía queda un largo trecho por delante, e ideas no faltan, poco a poco.
Un detalle, por si estás pensando en como hubiera quedado un flashazo de frente: fíjate en los zapatos, el destello se hubiera notado bastante, aunque se pudiera arreglar con photoshop (personalmente prefiero retocar sólo si hace falta).


Y hasta aquí por hoy, querido lector.
Espero te haya resultado interesante esta entrada.
Por cierto, si alguien sabe cómo narices forzar wordpress para que coja los estilos en los bordes de las imágenes, se lo agradezco mucho.

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